...........
¿Qué hice mal ahora? Pensé. Haberle quitado su mano de la mía no fue grosero, ¿o si? De todos modos, lo hice de una forma educada.
Tenia que preguntarle el por que de su reacción.
-¿Qué le hic
iste Gabi? ¡Tu amigo se fue con una cara!-me dijo Lucia, viendo la espalda de Daniel, quien ya iba por la puerta de salida de la cafetería.
-No se, pero lo voy averiguar-respondí empezándome a levantar de mi asiento. Vi como mis dos amigas replicaron mi movimiento-. ¡Eh! No me sigan, por favor.
En mi camino de salida empuje a unos cuantos chicos, pero no les preste mucha atención. Cuando ya logre salir de la estancia busque con la mirada a Daniel, y lo encontre dando la vuelta por el corredor de las aulas de arte.
-¡Daniel, espera!-grite, y algunos chicos que estaban y allí voltearon a verme, pero no pude ver sus rostros pues el cabello me tapo casi completamente la visión. Aunque esos chicos anónimos si se giraron a verme, la mirada que me interesaba era la de Daniel, quien pareció no inmutarse de que lo estaba llamando a gritos.
-¡Daniel!-grite de nuevo, cuando estuve mas cerca de el, al ver que no se detuvo corrí mas rápido. Ya estando justo detrás de su espalda, levante mi brazo para jalarlo a el, pero Daniel volteo repentinamente, dejando apenas unos cinco centímetros entre nuestros rostros.
No reaccione inmediatamente, pues sus grandes ojos oscuros, tan cerca de mi, me sostuvieron la mirada firmemente y no me atreví a agachar la cabeza, aunque no supe si fue por que no quería ofender a Jhon (así como con lo de la mano), o por que quería seguir viendo esos hermosos ojos o por si… sentía algo.
Cuando al fin me soltó la mirada, pregunto en un tono más amable del que yo estaba esperando:
-¿Dime?
-Eh…-baje la mirada y trate de organizar las palabras en mi cerebro para formular la pregunta de la mejor manera-. ¿Por qué te fuiste así? Me refiero a que, fue tan…abrupto.
-Ah, eso-susurro y luego se aclaro la garganta-. Va a sonar algo soso pero es que así son las cosas en mi país.
-¿Qué?-pregunte confundida. No le entendía a que se refería.
-Veras… de donde vengo es muy común tomar de la mano a tus amigas, aunque antes, cuando mi padre era joven, los hombres también tenían esa costumbre, y no se consideraba nada malo o, aun peor, raro. Y yo te considero mi amiga, o al menos una futura amiga, eso es todo.
-Ah, ya veo-respondí a su explicación. Así que por eso fue todo, no había significado un coqueteo ni nada por el estilo. ¡Que bien!
-¡Huy! Ya sonó el timbre, tengo clase de lenguas, ¿y tú?
-Biología. ¿Ya sonó el timbre? Uh, no me pareció escucharlo.
-Acaba de sonar, Gabi-me dijo, con una sonrisa burlona en la cara.
-Ok, entonces nos vemos luego.
-Si, adiós.
Biología se me antojo supremamente aburrida ese dia, pero como el profesor estaba explicando un tema nuevo que iba a estar en el examen semestral que ya estaba cerca, me obligue a mi misma a mantener mis sentidos despiertos.
Cuando al fin se acabaron las clases me fui a reunir con mis amigas.
-¿Qué vas a hacer hoy?-me pregunto Lucia, dejándome con un “Hola” en la punta de la lengua.
-Nada, ¿Por qué?-respondí.
-Es que nos encontramos a Jhon hace unos minutos y nos dijo que planeaba ir a tu casa y llevarte a comer helado-apostillo Natalia.
-¡¿Qué?! Jhon esta loco, o sea, el tiene muy claro que estoy mas que castigada. ¿Qué demonios pretende el? Presentarse a mi puerta con su cara bonita, y sacarme de mi casa, a sabiendas de que mis padres me tienen bajo arresto domiciliario-estaba casi histérica.
-Eso mismo le dijimos nosotras, pero menos dramático.
-No te preocupes, si llega a tu casa le dices que se valla y ya. Y si se rehúsa, simplemente ciérrale la puerta y ya. El no va a entrar por la ventana-sugirió Natalia
-Pues…-comencé a decir, pero alguien me toco el hombro.
-Hola-saludo Daniel.
-Hola-respondí secamente. El percibió mi humor y me pregunto:
-¿Qué tienes?
-Es solo que…es algo complicado, pero, ¿sabes que? No importa, yo veré como me las arreglo en la tarde-respondí, respirando y calmándome. Venia de un fin de semana lleno de drama, y apenas era lunes, y yo no quería que esta semana también fuera una telenovela.
-Bueno. Oye, hablando de la tarde. Quería saber si hoy puedo ir a tu casa para que me prestes tus apuntes de Matemáticas e Historia, averigüé en la oficina escolar y tengo esas dos clases contigo. ¿Puedo?
-No, esta castigada-respondió Lucia arrebatándome la palabra, de nuevo.
-¿En serio, por que?
-Por nada, no es nada de importancia. De todos modos, no creo que mis papas se molesten por que vallas. Se supone que vas por algo escolar, no por alguna salida a comer helado o algo así-dije mirando a mis amigas.
-¿Estas insinuando algo? ¿Quieres salir a comer helado?-pregunto Daniel, sonriendo.
-No es eso, solo daba un ejemplo-mis palabras me salieron a una velocidad casi grosera, así que para remedarme sonreí y trate de poner mi voz de emoción-. ¡Dame un papel y te anoto mi dirección! Ve a las cuatro, ¿te parece la hora?
-Genial- le di mi dirección y me despedí de el y de mis amigas cuando llego mi autobús a la parada.
-Nos vemos en la tarde, Gabi-fue lo que me dijo Jhon cuando le dije “Adiós”, y lo hizo tomándome la mano.
“Solo es una costumbre de Brest, tan solo eso Gabriela. No te alarmes” me tranquilice a mi misma.
.........
ESPERO QUE LES GUSTE EL CAP!
ME HE DEMORADO POR QUE YA ENTRE AL COLEGIO, ENTONCES SE ME COMPLICA TODO!
TRATARE DE POSTEAR MAS SEGUIDO!
BYE! LOS QUIEROOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!
:)
martes, 23 de febrero de 2010
martes, 16 de febrero de 2010
CONTRATIEMPO
........
-Un…un amigo-le respondi con la voz temblorosa por que el tono de su voz me confundió un poco, así que me aclare la garganta para seguir hablándole-. Eh…Daniel, el es Jhon. Jhon, el es Daniel.
-Mucho gusto, amigo-dijo Daniel muy amablemente extendiéndole la mano a Jhon, pero el, en cambio, miro la mano de mi nuevo amigo y luego lo miro con cara de pocos amigos. Daniel, al ver que no recibía un apretón de manos, dejo caer su brazo y me miro.
-Gabi, ¿podemos hablar?-se suponía que ese comentario iba para mi, pero Jhon seguía mirando a Daniel.
-Si, claro.
-Pero, a solas-¡Wow! Jhon estaba siendo muy descortés. Hummm..., pero, ¿Por qué?
-Mejor me voy Gabriela-dijo Daniel dándonos la espalda.
-Bueno, pero nos vemos en la cafetería, ¿cierto? No quiero que te sientes solo.
-Claro, pero no te preocupes. ocúpate de tus…asuntos primero. Hasta luego, Jhon-y se fue.
-¡Por fin!-dijo Jhon con alivio y con la sonrisa de nuevo en el rostro.
-¿Qué?
-¡Que al fin se fue! Que irritante chico.
-No, no. De hecho, es agradable y no tienes que…-empecé a defender a Daniel, pero el me puso dos dedos en los labios y me callo.
-No protestes, ademas no vengo a hablar de el chico nuevo. ¿Por qué es nuevo, supongo? Bueno, no importa. Te traje algo-dijo, y con la mano libre abrió el bolsillo más pequeño de su mochila. Pero al parecer no encontró lo que buscaba, por que me quito sus dedos de los labios y se arrodillo en el suelo con el bolso a los pies, revolviendo todo su contenido-. Oh, por Dios. ¡Dónde esta esa mi… Arg!
-¿Qué paso? Me estas poniendo nerviosa Jhon.
-No es nada, solo me pinché con el compás. ¡Aush! Esto si arde-en ese momento fue cuando vi su mano. No había sido un simple pinchazo, tenia una gran raya que iba desde el centro de la palma de la mano hasta la mitad del meñique. Su mano estaba roja por la sangre
-¡Jhon, vamos a la enfermería, levántate!
-Es solo una cortadita no seas histérica. ¿Tienes toallitas húmedas o pañuelitos gripales en tu bolso? Todas las chicas siempre tienen eso a la mano-me dijo, despreocupado.
Yo si tenia de esos pañuelitos, así que también me senté en el suelo, junto a el, y se los di de inmediato, pues estaban en el primer bolsillo de mi morral.
-Debes ir a la enfermería, no seas idiota y levántate. Vamos-la herida no mejoro mucho su aspecto cuando se limpio la sangre de la mano, así que me levante y de un jalon lo levante a el también del suelo. Debía levarlo a que le desinfectaran la magulladura.
-Ok, vamos. Solo lo hago por que voy contigo-me sonrío.
La regordeta enfermera le limpio la herida con alcohol y otra cosa que no supe que era. Era doloroso con solo ver, Jhon tomo la almohada de la camilla y la mordió cuando le rociaron la segunda…medicina en la mano.
-¡Gabriela, por que te hice caso! Esta señora me esta torturando.
-Soy señorita, niño. Y no seas tan llorón, he tenido niños mas pequeños que tu aquí y ten por seguro que no fuero tan chillones. Ya deja de quejarte, he terminado.
-Vamos Jhon. Comamos algo en la cafetería. Gracias señor…ita-me despedí de la enfermera y tome mi mochila y la de mi amigo.
-Bueno, ha sido una mañana algo interesante. Conocí a un chico con acento raro, me corte y fue torturado por una vieja que se cree joven, Qué mas me puede pasar, ¿eh?
-Ja, ja. Aja.
-Y pensar que todo fue por darte tu estupida pulsera.
-¿Mi pulsera? Yo pensaba que se hubiera perdido, pero es genial que la tengas. Me la devuelves ¿por favor?
-Resulta que… yo creía que la había traído hoy, pero no la encontré, así que…
-¡Oh Jhon, no me digas que la botaste!-le dije dándole un codazo amistoso en las costillas.
-No, o al menos no lo creo. Supongo que se me callo esta mañana en mi casa, cuando buscaba mis llaves en el bolsillo, de seguro no me di cuenta cuando se salio de la mochila. Mañana la traigo, ¿vale?
-Si.
-¿quieres gelatina de fresa o ese postre amarillento de allí?-me pregunto señalando con el dedo las “delicias” del mostrador de la cafetería.
-No, ninguna de las dos-respondí, tomando mi bandeja de sus manos.
-Yo si quiero, ¡Hey! Yo llevo tu comida.
-Pero, si tienes una mano casi mutilada, ¿Cómo podrás llevar ambas bandejas? Con suerte te las podrás arreglar con la tuya, sin hacer un desastre en el intento. No seas terco-Jhon me hizo mala cara, pero como lo que yo decía tenia lógica, dejo que llevara mi propia bandeja.
-¡Gabriela, Gabriela!-escuche mi nombre por encima de las voces en la cafetería. Jhon y yo nos volvimos al mismo tiempo a ver quien me llamaba.
-Hola chicas, veo que ya conocieron a Daniel-les dije a mis amigas sentándome en su mesa, rara era la vez en que Natalia y Lucia se sentaban juntas, y esa era la ocasión.
-Si, es un encanto, y su acento es fabuloso-me dijo Lucia tomando el brazo de Daniel, eso, por alguna razón, me molesto un poco.
-Si, es agradable-agrego Natalia.
-aja-dije, sentándome del otro lado de la mesa. Jhon venia junto a mi, pero no lo vi sentarse, así que volví la cabeza-. ¿Vieron a Jhon? ¿A dónde se fue?
-Por allá, al vernos se giro y se fue. Hummm...Gabi, ¿Por qué tienes dos bandejas de comida? ¿Hoy no desayunaste o que?
-Es que…una es de Jhon-murmure.
Me puso triste que el se fuera ido así, sin despedirse si quiera. Estire el cuello, casi inconcientemente, buscándolo con la mirada, y cuando lo encontré estaba sentado con sus amigos del equipo de Football.
-¿Qué tienes Gabi?-pregunto Daniel, quien paso de estar al lado de Lucia a sentarse junto a mi.
-Buscaba a Jhon, para darle su comida, es que…supongo que se olvido que yo la tenia-respondí con un hilo de voz.
-No te preocupes, si la quiere que venga por ella. Tu eres la chica, no tienes por que ir detrás de el, eso no es digno de una dama tan hermosa y delicada-Daniel tomo mi mano y me la acaricio con su pulgar. La conversación entre mis dos amigas se interrumpió de golpe, al ver como mi nuevo amigo me tomaba la mano.
-Gra…gracias-fue lo único que le dije, y me sacudí su mano de la forma mas delicada que pude.
-Lo siento-se disculpo y se levanto de su asiento.
.........
ESPERO QUE LES GUSTE EL CAP!
POR FALTA DE TIEMPO NO PONGO RECOMENDACIONES!
LO SIENTO!
CHIC@S ESPERO QUE VOTEN EN :
http://la-perfeccion-bloggera.blogspot.com/
GRACIAS!!!
:)
-Un…un amigo-le respondi con la voz temblorosa por que el tono de su voz me confundió un poco, así que me aclare la garganta para seguir hablándole-. Eh…Daniel, el es Jhon. Jhon, el es Daniel.
-Mucho gusto, amigo-dijo Daniel muy amablemente extendiéndole la mano a Jhon, pero el, en cambio, miro la mano de mi nuevo amigo y luego lo miro con cara de pocos amigos. Daniel, al ver que no recibía un apretón de manos, dejo caer su brazo y me miro.
-Gabi, ¿podemos hablar?-se suponía que ese comentario iba para mi, pero Jhon seguía mirando a Daniel.
-Si, claro.
-Pero, a solas-¡Wow! Jhon estaba siendo muy descortés. Hummm..., pero, ¿Por qué?
-Mejor me voy Gabriela-dijo Daniel dándonos la espalda.
-Bueno, pero nos vemos en la cafetería, ¿cierto? No quiero que te sientes solo.
-Claro, pero no te preocupes. ocúpate de tus…asuntos primero. Hasta luego, Jhon-y se fue.
-¡Por fin!-dijo Jhon con alivio y con la sonrisa de nuevo en el rostro.
-¿Qué?
-¡Que al fin se fue! Que irritante chico.
-No, no. De hecho, es agradable y no tienes que…-empecé a defender a Daniel, pero el me puso dos dedos en los labios y me callo.
-No protestes, ademas no vengo a hablar de el chico nuevo. ¿Por qué es nuevo, supongo? Bueno, no importa. Te traje algo-dijo, y con la mano libre abrió el bolsillo más pequeño de su mochila. Pero al parecer no encontró lo que buscaba, por que me quito sus dedos de los labios y se arrodillo en el suelo con el bolso a los pies, revolviendo todo su contenido-. Oh, por Dios. ¡Dónde esta esa mi… Arg!
-¿Qué paso? Me estas poniendo nerviosa Jhon.
-No es nada, solo me pinché con el compás. ¡Aush! Esto si arde-en ese momento fue cuando vi su mano. No había sido un simple pinchazo, tenia una gran raya que iba desde el centro de la palma de la mano hasta la mitad del meñique. Su mano estaba roja por la sangre
-¡Jhon, vamos a la enfermería, levántate!
-Es solo una cortadita no seas histérica. ¿Tienes toallitas húmedas o pañuelitos gripales en tu bolso? Todas las chicas siempre tienen eso a la mano-me dijo, despreocupado.
Yo si tenia de esos pañuelitos, así que también me senté en el suelo, junto a el, y se los di de inmediato, pues estaban en el primer bolsillo de mi morral.
-Debes ir a la enfermería, no seas idiota y levántate. Vamos-la herida no mejoro mucho su aspecto cuando se limpio la sangre de la mano, así que me levante y de un jalon lo levante a el también del suelo. Debía levarlo a que le desinfectaran la magulladura.
-Ok, vamos. Solo lo hago por que voy contigo-me sonrío.
La regordeta enfermera le limpio la herida con alcohol y otra cosa que no supe que era. Era doloroso con solo ver, Jhon tomo la almohada de la camilla y la mordió cuando le rociaron la segunda…medicina en la mano.
-¡Gabriela, por que te hice caso! Esta señora me esta torturando.
-Soy señorita, niño. Y no seas tan llorón, he tenido niños mas pequeños que tu aquí y ten por seguro que no fuero tan chillones. Ya deja de quejarte, he terminado.
-Vamos Jhon. Comamos algo en la cafetería. Gracias señor…ita-me despedí de la enfermera y tome mi mochila y la de mi amigo.
-Bueno, ha sido una mañana algo interesante. Conocí a un chico con acento raro, me corte y fue torturado por una vieja que se cree joven, Qué mas me puede pasar, ¿eh?
-Ja, ja. Aja.
-Y pensar que todo fue por darte tu estupida pulsera.
-¿Mi pulsera? Yo pensaba que se hubiera perdido, pero es genial que la tengas. Me la devuelves ¿por favor?
-Resulta que… yo creía que la había traído hoy, pero no la encontré, así que…
-¡Oh Jhon, no me digas que la botaste!-le dije dándole un codazo amistoso en las costillas.
-No, o al menos no lo creo. Supongo que se me callo esta mañana en mi casa, cuando buscaba mis llaves en el bolsillo, de seguro no me di cuenta cuando se salio de la mochila. Mañana la traigo, ¿vale?
-Si.
-¿quieres gelatina de fresa o ese postre amarillento de allí?-me pregunto señalando con el dedo las “delicias” del mostrador de la cafetería.
-No, ninguna de las dos-respondí, tomando mi bandeja de sus manos.
-Yo si quiero, ¡Hey! Yo llevo tu comida.
-Pero, si tienes una mano casi mutilada, ¿Cómo podrás llevar ambas bandejas? Con suerte te las podrás arreglar con la tuya, sin hacer un desastre en el intento. No seas terco-Jhon me hizo mala cara, pero como lo que yo decía tenia lógica, dejo que llevara mi propia bandeja.
-¡Gabriela, Gabriela!-escuche mi nombre por encima de las voces en la cafetería. Jhon y yo nos volvimos al mismo tiempo a ver quien me llamaba.
-Hola chicas, veo que ya conocieron a Daniel-les dije a mis amigas sentándome en su mesa, rara era la vez en que Natalia y Lucia se sentaban juntas, y esa era la ocasión.
-Si, es un encanto, y su acento es fabuloso-me dijo Lucia tomando el brazo de Daniel, eso, por alguna razón, me molesto un poco.
-Si, es agradable-agrego Natalia.
-aja-dije, sentándome del otro lado de la mesa. Jhon venia junto a mi, pero no lo vi sentarse, así que volví la cabeza-. ¿Vieron a Jhon? ¿A dónde se fue?
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Me puso triste que el se fuera ido así, sin despedirse si quiera. Estire el cuello, casi inconcientemente, buscándolo con la mirada, y cuando lo encontré estaba sentado con sus amigos del equipo de Football.
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jueves, 11 de febrero de 2010
INFORMACION!!!!!
NO ES CAP!!
Bueno Chic@s les queria informr unas cositas:
1. ya comenzaron las votaciones en http://la-perfeccion-bloggera.blogspot.com/ . estoy en las categorias de:
-Mejor escritor/ra
-Blog mas original
Asi que Pasence y voten!
2. He estado pensando qe imagen ponele a la describcion del personaje de Daniel. No se me ocurre quien!!!! estaba pensado en oner al que hace de Ned Bigby en El manual de supervivencia escolar de Ned, pero el chico no tiene los ojos Cafes, y no es que este precisamente..."bronceado"!! asi que por faaaaaaaaaa denme sugerencias!!
Se los agradeceria un MONTOOOOOOON!!
3. Tratare de publicar al menos dos veces por semana. Creo qe la proxima entrada la hare el Miercoles, es que en donde vivo ya empezaron los carnavales que son una fiesta super espectacular, asi que no me la puedo perder. Asi que espero que entiendan!
4. Porfa recomienden el blog, si es que en serio les gusta la historia, ah y dejen sus solicitudes para recomendarlos!
ESO FUE TODOOO!
Gracias por sus votos y por comentar!
Byeeeeeeeeee!! :)
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2. He estado pensando qe imagen ponele a la describcion del personaje de Daniel. No se me ocurre quien!!!! estaba pensado en oner al que hace de Ned Bigby en El manual de supervivencia escolar de Ned, pero el chico no tiene los ojos Cafes, y no es que este precisamente..."bronceado"!! asi que por faaaaaaaaaa denme sugerencias!!
Se los agradeceria un MONTOOOOOOON!!
3. Tratare de publicar al menos dos veces por semana. Creo qe la proxima entrada la hare el Miercoles, es que en donde vivo ya empezaron los carnavales que son una fiesta super espectacular, asi que no me la puedo perder. Asi que espero que entiendan!
4. Porfa recomienden el blog, si es que en serio les gusta la historia, ah y dejen sus solicitudes para recomendarlos!
ESO FUE TODOOO!
Gracias por sus votos y por comentar!
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miércoles, 10 de febrero de 2010
NUEVO
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-Hola chicas-salude a mis dos amigas en el corredor durante el pequeño receso entre la primera y la segunda hora de clases de la mañana.
-¡Gabriela!-gritaron ambas al unísono, tan fuerte que los chicos que estaban cerca de nosotras voltearon a ver quienes armaban el alboroto.
-¡Gabriela! ¿Por qué no me contestaste el celular? me duelen las yemas de los dedos de mandarte mensajes, te he llamado un millón de veces y no te has dignado a contestarme. ¡¿Qué paso?!-exigió Lucia, exagerando el asunto. No era para tanto mi desaparición, apenas había sido un día, y una noche contando la del sábado en R&K.
-No seas tan histérica Lucia, Gabi nos tiene una explicación muy, muy, muy detallada de todo lo que ha pasado. ¿Verdad amiga?-dijo Natalia en tono contenido, yo la conocía muy bien como para diferenciar entre sus momento de calma y sus momentos “de calma”. Su curiosidad era tan grande como la de Lucia, solo que no quería mostrarse demasiado desesperada, principalmente por que ella sabia que si se empezaba a comportar al menos un poquito como Lucia, luego ella la fastidiaría con el asunto.
-Pues, miren, pasa que…mmm...tome una gran bocanada de aire y comencé a contarles-: Yo fui a al concurso de U&R sin que mis papas se dieran cuenta, en pocas palabras me escape, entonces yo contaba con que ellos no se enteraran y…
-¡¿Te…te escapaste?!-pregunto Lucia, de nuevo algo histérica-. ¡Tu, Santa Gabriela!
-Bueno, yo…-comencé a decir un poco apenada. Mis amigas me conocían como la más seria y acomedida a lo que mis papas decían, así que esto las sorprendió…mucho.
-¡Cállate Lucia, déjala continuar! ¿Vale? Si se escapo o no, no es asunto nuestro-comento Nat, y me pico disimuladamente un ojo. Sabía que después ella me hablaría más sobre el tema “escape”, pero Natalia también sabia que yo prefería sus preguntas, a las barbaridades que preguntaría Luzz, así que, como siempre, me saco del lío con Lucia.
-Vale. Continua Gab-un cosquilleo me recorrió la espalda cuando me llamo Gab. Así me había dicho Sara desde que nos conocimos, y yo no tenía precisamente la intención de acordarme de ella con frecuencia, por lo que más le valía a Lucia borrarse de la cabeza el horrible: Gab.
-No me digas Gab, ¿si?-le dije a Lucí, quien asintió obedientemente. Luego continúe relatándoles mi aparatoso fin de semana-. Yo esperaba que mis padres no se dieran cuenta de mi ausencia, por que estaban de visita donde mi tía. Pero por desgracia, a ellos se les ocurrió hacerse los buenos y puntuales padres, y llegar antes de tiempo a la casa. Papa me llamo furioso, justo cuando Jhon subió al escenario, así que me vi obligada a irme lo más rápido posible, sin despedirme de ustedes, ni de Jhon. Y, pues, Lucí no te he contestado por que me castigaron quitándome las salidas, las visitas, el Internet, el teléfono de la casa y, obviamente el celular. Prácticamente soy algo así como “la prisionera hogareña”-Claro, gran apodo amiga-dijo Nat de modo juguetón.
-Ah, el domingo también me pasaron…cosas. Cosas muy interesantes. Bueno, sucedió que en la maña…
¡Rinn!, ¡Rinn! Chillo el timbre.
-Les cuento en el receso largo-les dije y me di la vuelta sin siquiera esperar a que me contestaran algo. No quería llegar tarde a clases.
La profesora Karina apenas estaba acomodando sus cosas en el escritorio cuando entre al salon sofocada por la carrera. Al entrar me di cuenta de que junto a la profesora había un chico; ojos negros, cabello castaño liso ni tan largo ni tan corto, alto, delgado y con un tono de piel muy interesante, era un color similar a esos bronceados que obtienes en ciertos lugares en los que te pintan con aerosol, aunque no sabia a ciencia cierta si era un color artificial o si simplemente así era el, y siendo franca no quería preguntarle. Nunca había visto al muchacho en el colegio, así que o era nuevo o no socializaba mucho.
-Buenos días estudiantes-saludo Karina. Los alumnos respondieron un simple Buenas, con desgana; la clase de matemáticas no era precisamente la que tenía más fans, por decirlo así-. Espero que hayan pasado un buen fin de semana y…-el mío fue, de hecho, interesante. Pensé. Y empecé a recordar mi fin de semana, sumergiéndome en mis pensamientos-…viene de Brest, Francia-¿Francia? ¿Qué me había perdido de la clase?-. Espero que lo reciban muy bien, sus padres son españoles y le enseñaron el idioma, por lo tanto pueden hablarle sin problemas. Ve y siéntate en el pupitre libre que hay en el fondo. Bienvenido, Daniel.
No fue hasta cuando la profesora nombro y dirigió su mirada al chico bronceado, cuando me di cuenta de que lo que me había perdido era parte de la descripción del nuevo alumno.
Daniel camino cabizbajo por el angosto espacio que había entre mi fila y la de al lado, parecía algo nervioso, aunque, claro, en su primer día de clases en un lugar muy, muy alejado de su país y con nuevos chicos, esa actitud nerviosa era de esperarse.
Después de que el chico nuevo se instalara la profesora Karina empezó a dictar su clase. El tema parecía estar algo complicado, o al menos eso deduje por las quejas y caras de mis compañeros, pero yo no tuve ninguna dificultad con los ejercicios. Me llamo mucho la atención que el chico de Francia, Daniel, no tenia cara de confundido, así como los demás en el salón, es mas, parecía que hacia los ejercicios y aun mas sorprendente, parecía que sin dificultad. Bueno, tal vez el chico era buen estudiante.
-Gabriela, por favor ven aquí-me llamo la señorita Martínez un momento después de que sonaran el timbre para la merienda. No quise ni pensar en la posibilidad de que tuviera que suplirla en otra clasecita, pero, ¿Por qué debería sustituirla, si ella no estaba esta vez enferma?
-¿Si profesora?
-Pues, como bien sabes, tu eres mi mejor alumna en noveno grado, por lo que me gustaría que te encargaras de poner al tanto a Daniel, ¿algún problema con eso?
-¡Oh!-no me había esperado que Karina me pidiera eso, pero no me molestaba ayudar al nuevo chico-. No, ningún problema. Con gusto, ¿pero como lo ayudaría?
-Prestándole tus apuntes, tu folder de hojas de información, incluso tus exámenes, para que tenga de donde guiarse-respondió ella enumerando con los dedos.
-Claro, como no.
-¡Perfecto! Daniel, ven a conocer a Gabi-llamo la profesora al nuevo, quien aun no había salido del aula-. Daniel, Gabriela. Gabriela, Daniel. Espero que se lleven bien.
-Mucho gusto-me dijo el, dedicándome una sonrisa. Su acento era algo raro, yo había escuchado hablar a los franceses en español, pero la manera en como el decía las palabras se acercaba mas a la de un italiano hablando castellano, que a la de un Frances.
-Igualmente-le dije, sonriéndole también.
-Ella es la chica que te va a ayudar con tus materias, pues supongo que a Gabi no le molestara prestarte sus apuntes en las demás clases ¿o si?-dijo la profesora, dirigiéndose a mi.
-No, no me molesta. Con mucho gusto, Daniel-dije.
-Gracias-respondió el.
-Bueno chicos me tengo que ir, a las diez tengo una reunión importantísima. Hasta luego-dijo Karina, quien recogió sus cosas del escritorio y se fue casi corriendo.
Cuando el nuevo y yo estuvimos solos, me dijo:
-Si te moleste y no me quieres prestar tus cosas, esta bien-yo me sorprendí un poco, pues no había hecho ninguna mueca o había protestado ante el hecho de prestarle mis cuadernos.
-No, o mejor dicho, si-el me miro confundido-. No me molesta ayudarte, y si quiero prestarte mis apuntes. Me gusta ayudar, en serio.
-Gracias. Eh…salgamos ya del salón, no le veo motivos al quedarnos aquí-sugirió Daniel poniéndose su mochila en el hombro.
-Aja
Salimos del salón. No sabia si el pesaba seguirme y andar conmigo en el receso, pero no le quería preguntar. Me daba pena.
-¿Puedo quedarme contigo?-me pregunto cerrando la puerta del salón-. Es decir, si puedo estar contigo ahora, es que no conozco a nadie, y tu me pareces…agradable.
-Gracias-sonreí-. Si, si quieres. A mis amigas les va a encantar conocerte, a Lucia le fascina Francia, dice que es la ciudad del amor y que la comida es deliciosa y eso que no ha ido allá, además no para de decirnos a Natalia y a mi que los chicos son guapisim…-me detuve, al ver como sonreía ante la ultima palabra de mi comentario.
-Bueno, supongo que eso es un halago, ¿No?-me pregunto, todavía con esa sonrisa dibujada en el rostro.
-Pues…-comencé a decir, pero que alguien me llamaba por mi nombre, así que me detuve y mire hacia el corredor.
Era Jhon.
-Hola Gabi, yo…-el me saludo muy alegre, pero cuado vio a mi acompañante su sonrisa se achico notoriamente-. ¿Quién es ese de ahí, Gabriela?
..............
///SUBO ENTRADA DE RAPIDIN! ANDO SIN TIEMPO, ES QUE YA ENTRE AL COLEGIO, ENTONCES SE ME COMPLICA TODO, ADEMAS NO TENIA INTERNET.
ESPERO QUE LES GUSTE EL CAP.
L@S QUIERO!!!!!!!
BYE! :)
-Hola chicas-salude a mis dos amigas en el corredor durante el pequeño receso entre la primera y la segunda hora de clases de la mañana.
-¡Gabriela!-gritaron ambas al unísono, tan fuerte que los chicos que estaban cerca de nosotras voltearon a ver quienes armaban el alboroto.
-¡Gabriela! ¿Por qué no me contestaste el celular? me duelen las yemas de los dedos de mandarte mensajes, te he llamado un millón de veces y no te has dignado a contestarme. ¡¿Qué paso?!-exigió Lucia, exagerando el asunto. No era para tanto mi desaparición, apenas había sido un día, y una noche contando la del sábado en R&K.
-No seas tan histérica Lucia, Gabi nos tiene una explicación muy, muy, muy detallada de todo lo que ha pasado. ¿Verdad amiga?-dijo Natalia en tono contenido, yo la conocía muy bien como para diferenciar entre sus momento de calma y sus momentos “de calma”. Su curiosidad era tan grande como la de Lucia, solo que no quería mostrarse demasiado desesperada, principalmente por que ella sabia que si se empezaba a comportar al menos un poquito como Lucia, luego ella la fastidiaría con el asunto.
-Pues, miren, pasa que…mmm...tome una gran bocanada de aire y comencé a contarles-: Yo fui a al concurso de U&R sin que mis papas se dieran cuenta, en pocas palabras me escape, entonces yo contaba con que ellos no se enteraran y…
-¡¿Te…te escapaste?!-pregunto Lucia, de nuevo algo histérica-. ¡Tu, Santa Gabriela!
-Bueno, yo…-comencé a decir un poco apenada. Mis amigas me conocían como la más seria y acomedida a lo que mis papas decían, así que esto las sorprendió…mucho.
-¡Cállate Lucia, déjala continuar! ¿Vale? Si se escapo o no, no es asunto nuestro-comento Nat, y me pico disimuladamente un ojo. Sabía que después ella me hablaría más sobre el tema “escape”, pero Natalia también sabia que yo prefería sus preguntas, a las barbaridades que preguntaría Luzz, así que, como siempre, me saco del lío con Lucia.
-Vale. Continua Gab-un cosquilleo me recorrió la espalda cuando me llamo Gab. Así me había dicho Sara desde que nos conocimos, y yo no tenía precisamente la intención de acordarme de ella con frecuencia, por lo que más le valía a Lucia borrarse de la cabeza el horrible: Gab.
-No me digas Gab, ¿si?-le dije a Lucí, quien asintió obedientemente. Luego continúe relatándoles mi aparatoso fin de semana-. Yo esperaba que mis padres no se dieran cuenta de mi ausencia, por que estaban de visita donde mi tía. Pero por desgracia, a ellos se les ocurrió hacerse los buenos y puntuales padres, y llegar antes de tiempo a la casa. Papa me llamo furioso, justo cuando Jhon subió al escenario, así que me vi obligada a irme lo más rápido posible, sin despedirme de ustedes, ni de Jhon. Y, pues, Lucí no te he contestado por que me castigaron quitándome las salidas, las visitas, el Internet, el teléfono de la casa y, obviamente el celular. Prácticamente soy algo así como “la prisionera hogareña”-Claro, gran apodo amiga-dijo Nat de modo juguetón.
-Ah, el domingo también me pasaron…cosas. Cosas muy interesantes. Bueno, sucedió que en la maña…
¡Rinn!, ¡Rinn! Chillo el timbre.
-Les cuento en el receso largo-les dije y me di la vuelta sin siquiera esperar a que me contestaran algo. No quería llegar tarde a clases.
La profesora Karina apenas estaba acomodando sus cosas en el escritorio cuando entre al salon sofocada por la carrera. Al entrar me di cuenta de que junto a la profesora había un chico; ojos negros, cabello castaño liso ni tan largo ni tan corto, alto, delgado y con un tono de piel muy interesante, era un color similar a esos bronceados que obtienes en ciertos lugares en los que te pintan con aerosol, aunque no sabia a ciencia cierta si era un color artificial o si simplemente así era el, y siendo franca no quería preguntarle. Nunca había visto al muchacho en el colegio, así que o era nuevo o no socializaba mucho.
-Buenos días estudiantes-saludo Karina. Los alumnos respondieron un simple Buenas, con desgana; la clase de matemáticas no era precisamente la que tenía más fans, por decirlo así-. Espero que hayan pasado un buen fin de semana y…-el mío fue, de hecho, interesante. Pensé. Y empecé a recordar mi fin de semana, sumergiéndome en mis pensamientos-…viene de Brest, Francia-¿Francia? ¿Qué me había perdido de la clase?-. Espero que lo reciban muy bien, sus padres son españoles y le enseñaron el idioma, por lo tanto pueden hablarle sin problemas. Ve y siéntate en el pupitre libre que hay en el fondo. Bienvenido, Daniel.
No fue hasta cuando la profesora nombro y dirigió su mirada al chico bronceado, cuando me di cuenta de que lo que me había perdido era parte de la descripción del nuevo alumno.
Daniel camino cabizbajo por el angosto espacio que había entre mi fila y la de al lado, parecía algo nervioso, aunque, claro, en su primer día de clases en un lugar muy, muy alejado de su país y con nuevos chicos, esa actitud nerviosa era de esperarse.
Después de que el chico nuevo se instalara la profesora Karina empezó a dictar su clase. El tema parecía estar algo complicado, o al menos eso deduje por las quejas y caras de mis compañeros, pero yo no tuve ninguna dificultad con los ejercicios. Me llamo mucho la atención que el chico de Francia, Daniel, no tenia cara de confundido, así como los demás en el salón, es mas, parecía que hacia los ejercicios y aun mas sorprendente, parecía que sin dificultad. Bueno, tal vez el chico era buen estudiante.
-Gabriela, por favor ven aquí-me llamo la señorita Martínez un momento después de que sonaran el timbre para la merienda. No quise ni pensar en la posibilidad de que tuviera que suplirla en otra clasecita, pero, ¿Por qué debería sustituirla, si ella no estaba esta vez enferma?
-¿Si profesora?
-Pues, como bien sabes, tu eres mi mejor alumna en noveno grado, por lo que me gustaría que te encargaras de poner al tanto a Daniel, ¿algún problema con eso?
-¡Oh!-no me había esperado que Karina me pidiera eso, pero no me molestaba ayudar al nuevo chico-. No, ningún problema. Con gusto, ¿pero como lo ayudaría?
-Prestándole tus apuntes, tu folder de hojas de información, incluso tus exámenes, para que tenga de donde guiarse-respondió ella enumerando con los dedos.
-Claro, como no.
-¡Perfecto! Daniel, ven a conocer a Gabi-llamo la profesora al nuevo, quien aun no había salido del aula-. Daniel, Gabriela. Gabriela, Daniel. Espero que se lleven bien.
-Mucho gusto-me dijo el, dedicándome una sonrisa. Su acento era algo raro, yo había escuchado hablar a los franceses en español, pero la manera en como el decía las palabras se acercaba mas a la de un italiano hablando castellano, que a la de un Frances.
-Igualmente-le dije, sonriéndole también.
-Ella es la chica que te va a ayudar con tus materias, pues supongo que a Gabi no le molestara prestarte sus apuntes en las demás clases ¿o si?-dijo la profesora, dirigiéndose a mi.
-No, no me molesta. Con mucho gusto, Daniel-dije.
-Gracias-respondió el.
-Bueno chicos me tengo que ir, a las diez tengo una reunión importantísima. Hasta luego-dijo Karina, quien recogió sus cosas del escritorio y se fue casi corriendo.
Cuando el nuevo y yo estuvimos solos, me dijo:
-Si te moleste y no me quieres prestar tus cosas, esta bien-yo me sorprendí un poco, pues no había hecho ninguna mueca o había protestado ante el hecho de prestarle mis cuadernos.
-No, o mejor dicho, si-el me miro confundido-. No me molesta ayudarte, y si quiero prestarte mis apuntes. Me gusta ayudar, en serio.
-Gracias. Eh…salgamos ya del salón, no le veo motivos al quedarnos aquí-sugirió Daniel poniéndose su mochila en el hombro.
-Aja
Salimos del salón. No sabia si el pesaba seguirme y andar conmigo en el receso, pero no le quería preguntar. Me daba pena.
-¿Puedo quedarme contigo?-me pregunto cerrando la puerta del salón-. Es decir, si puedo estar contigo ahora, es que no conozco a nadie, y tu me pareces…agradable.
-Gracias-sonreí-. Si, si quieres. A mis amigas les va a encantar conocerte, a Lucia le fascina Francia, dice que es la ciudad del amor y que la comida es deliciosa y eso que no ha ido allá, además no para de decirnos a Natalia y a mi que los chicos son guapisim…-me detuve, al ver como sonreía ante la ultima palabra de mi comentario.
-Bueno, supongo que eso es un halago, ¿No?-me pregunto, todavía con esa sonrisa dibujada en el rostro.
-Pues…-comencé a decir, pero que alguien me llamaba por mi nombre, así que me detuve y mire hacia el corredor.
Era Jhon.
-Hola Gabi, yo…-el me saludo muy alegre, pero cuado vio a mi acompañante su sonrisa se achico notoriamente-. ¿Quién es ese de ahí, Gabriela?
..............
///SUBO ENTRADA DE RAPIDIN! ANDO SIN TIEMPO, ES QUE YA ENTRE AL COLEGIO, ENTONCES SE ME COMPLICA TODO, ADEMAS NO TENIA INTERNET.
ESPERO QUE LES GUSTE EL CAP.
L@S QUIERO!!!!!!!
BYE! :)
viernes, 5 de febrero de 2010
ROMANTICO
.............
Papá era el que venia por el corredor y por suerte no vio cuando escondía el celular debajo de mi chaqueta, justo cuando el abría la puerta de mi habitación. El se encargo de quitarme el cable de la conexión de Internet, el televisor y, por supuesto, el celular.
Luego de que desmantelaran, por así decirlo, toda la tecnología de mi cuarto, mis padres llegaron a mi había habitación a preguntarme la razón por la que me había ido sin permiso. Yo, obviamente, no les conté que había sido para desenmascarar a Sara y para proteger a Jhon, sino por que le había prometido a Natalia que iria y no la quería defraudar. Eso fue todo. Ellos me reprendieron y me dijeron que (cuando se terminaran mis dos meses de castigo), si quería salir con mis amigas pidiera permiso con anticipación, para que mis planes no se toparan con los planes familiares.
Ya eran las once cuando mis papas salieron de mi habitación, y estaba tan cansada que no me preocupe en ponerme pijama, tan solo me saque los zapatos y me acosté a dormir con una sonrisa en la cara.
El plan había funcionado.
Me levante tarde ese domingo. Cuando desperté ya eran las nueve de la mañana, y cuando baje a buscar mi desayuno encontré una nota pegada en la nevera que decía:
“Hija, estamos en el supermercado haciendo la compra mensual de víveres. No tardaremos más de dos horas. El cereal se acabado ayer, así que en el microondas están tus waffles.
Te queremos. Papa, mama y Susan.”
Comí en la mesita de la cocina, sin prisa. Cuando estaba lavando los platos sucios el timbre sonó, estaba segura de que no eran mis papas, por que ellos no hubieran timbrado. Aun tenía la ropa de ayer; a excepción de los jeans el cual había cambiado a mitad de la noche por una sudadera; así que no me preocupe en mis fachas.
-Buenos días-me saludo Jhon en la entrada de mi casa. En un principio me alegre de que estuviera allí, y como no levaba su bicicleta me di cuenta de que no era para repartir el periódico, pero luego me percate de que si mis papas llegaban y lo veían me ganaría unos cuantos meses mas de castigo.
-¿Qué haces aquí?-le pregunte sin siquiera contestarle el saludo.
-Pues…-se quedo callado un momento al ver la hostilidad con la que le hable, pero luego continuo-. Vine a visitarte y a hablar contigo, ya que ayer me colgaste.
-¡Uy! Lamento eso, no fue mi intención. Es solo que no quería otro regaño mas.
-Ok. Emm… ¿Puedo pasar?-me pregunto dando un paso mas hacia mi. (O tal vez era solo un paso hacia la puerta)
-Jhon, estoy castigada, no puedo tener visitas.
-No tardare mucho. Por favor-suplico, estuve a punto de decirle que no, pero no me resistí así que lo deje pasar.
-Pasa, pero solo puedes quedarte diez minutos.
Cuando Jhon estuvo dentro de la casa no sabia ni que decirle, estaba muy nerviosa. Nunca me había visitado un chico, pero aunque no era experta, suponía que cualquier padre se opondría a que su hija estuviera sola en su casa con un muchacho.
Lo lleve a la sala, y yo me senté del lado del sofa que tenia vista a la calle, para así estar alerta por si llegaban mis padres.
-¿Entonces…?-le pregunte al ver que el solo me miraba y no decia nada.
-Oh, lo siento. Es que…-se interrumpió a mitad de la frase-. No nada, olvídalo.
-Dime.
-No, no es nada-me dijo evadiéndome.
-Jhon, por favor dime.
-Bueno es que…me había quedado mirando tus ojos, son…verdes y muy bonitos. Nunca me había fijado en ellos-respondió el poniéndose un poco colorado. En mis 16 años de vida; aparte de mi familia, Natalia y Lucia, nunca nadie me había halagado por mis ojos. A mucha gente le parecían lindos, pero a mi no me gustaban los ojos de colores claros, realmente prefería los cafés o los negros.
-Gracias-fue lo único que le dije.
-De nada. Bueno y… ¿ Tú crees que después de todo el lío con mi ex, podremos volver a ser amigos? Contéstame con sinceridad por favor.
-Claro que si Jhon, eso es borrón y cuenta nueva, dejemos atrás todo ese problemita, ¿si? No quiero ni recordarlo.
-Gracias. En serio, gracias-Jhon me tomo de la mano. Cuando sentí su piel sobre la mía, una corriente eléctrica me recorrió todo el cuerpo. Instintivamente moví un poco las manos, pero su contacto era tan agradable que me detuve y puse mi mano en su posición (sobre las de el)-. Cuando me entere de la verdad sobre Sara, me preocupo mucho el hecho de que tú me habías advertido y yo no te creí. Me sentí muy mal, y lo más importante para mi era recuperar tu amistad. ¡Gabi eres una gran y única amiga!-cuando decía la ultima frase me abrazo. Yo le devolví el abrazo.
Durante nuestro abrazo escuche el sonido de un carro cerca, muy cerca. Me separe de Jhon empujándolo un poco para poder echarme para atrás y mirar por la ventada.
-¿Qué paso?-me pregunto Jhon algo sorprendido.
-Espera.
Me apoye sobre una pierna para ver mejor por la ventana.
-¡Corre a la cocina, te tienes que ir! ¡Apúrate!
Mis papas habían llegado.
Jhon se quedo quieto, con los ojos abiertos como platos y una expresión de confusión en el rostro. Al ver que no se movia, y al ver que mis papas y Susan ya estaban bajando las bolsas de la cajuela del carro lo jale del brazo y así lo lleve hasta la cocina corriendo.
-¡Se supone que estoy castigada y no puedo tener visitas! Así que querido Jhon te tocara salir por la ventana-le dije abriendo la ventana de la cocina que estaba sobre el lavaplatos.
-¿Qué? ¡¿Cómo se supone que voy a salir por ahí?! ¡soy muy grande!
-¡No te pongas tecnico ahora! si cabes, solo trata de no respirar, yo te empujo. ¡Subete!
-Ok-Jhon se subio sobre el meson de la cocina y metio las piernas por la ventana. ¡Que genio! Se metio al reves-Sostenme, por favor.
El me tomo de las muñecas mientras iba saliendo por la ventana. El suelo estaba a unos tres metros, así que el golpe seria grande si caia en mala posición.
Cuando casi todo su cuerpo estubo fuera de la ventana me solto las muñecas y se lanzo. Al momento de soltarse senti un tiron en la mano. Mi pulcerita se había caido, y como no vi las cuencas caidas supuse que simplemente había rodado desde mi muñeca, por mis dedos hasta salirse. Esperaba que Jhon la hubiera agarrado, en serio me gustaba mi manilla.
Escuche el ruido de pasos y de bolsas plasticas moviendose, así que tome un vaso de el armario de la bajilla y me dirigi al lado de la nevera.
-Hola Gabi-me saludo Susan entrando por la cocina con dos bolsas mas o menos pequeñas en las manos. Yo ya habi abierto la nevera y tenia una jarra de agua en la mano, simulando que estaba en la cocina por pura sed. Aunque si estaba sedienta, todo lo de la salida de emergencia de Jhon me había dejado algo cansada.
-Hija, estas sudando-dijo mama quitandome un mechon pegajoso de cabello de la frente con la mano desocupada.
-Es que…estaba haciendo ejercicio. Si ¡ejercicio!-¡Perfecto Gabriela, que excusa tan idiota! ¿acaso decir que tenias calor no era suficiente?
-Me extraña, pero supongo que esta bien.
-Voy a mi cuerto. Me quiero bañar-dije apresuradamente y sali de la cocina de la misma manera, casi corriendo.
Había pasado un gran susto, pero al menos había sido divertido y…¿romantico? Si, romantico. Eso de que el chico de tus sueños te visite y luego los padres lleguen y el se escapa por la ventana.
-Romantico-suspire mientras subia las escaleras sumida en mis pensamientos, ¿o sentimientos?
.............
//LO SIENTO LO SIENTO LO SIENTOO!!! ME DEMORE MUCHISIIIMO EN PUBLICAR!
ES QUE DE VERDAD NO HE TENIDO TIEMPO. ADEMAS ANDABA MEDIO BLOQUEADA Y NO SABIA QUE ESCRIBIR!!!
DENME IDEAS SI?
ESPERO QE LES SIGA GUSTANDO LA HISTORIA!!
POR FAAA POR FA RECOMIENDEN, Y DIGANME QUE LOS RECOMIENDE!!
YO KIERO HACER SUS BLOGS SUPER POPULARES!! Y USTEDES.. ¿ME AYUDAN CON EL MIO? Jjejej! Espero que si!
L@S QUIEROOOOOOOOOOO!!
BYE! =)
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Luego de que desmantelaran, por así decirlo, toda la tecnología de mi cuarto, mis padres llegaron a mi había habitación a preguntarme la razón por la que me había ido sin permiso. Yo, obviamente, no les conté que había sido para desenmascarar a Sara y para proteger a Jhon, sino por que le había prometido a Natalia que iria y no la quería defraudar. Eso fue todo. Ellos me reprendieron y me dijeron que (cuando se terminaran mis dos meses de castigo), si quería salir con mis amigas pidiera permiso con anticipación, para que mis planes no se toparan con los planes familiares.
Ya eran las once cuando mis papas salieron de mi habitación, y estaba tan cansada que no me preocupe en ponerme pijama, tan solo me saque los zapatos y me acosté a dormir con una sonrisa en la cara.
El plan había funcionado.
Me levante tarde ese domingo. Cuando desperté ya eran las nueve de la mañana, y cuando baje a buscar mi desayuno encontré una nota pegada en la nevera que decía:
“Hija, estamos en el supermercado haciendo la compra mensual de víveres. No tardaremos más de dos horas. El cereal se acabado ayer, así que en el microondas están tus waffles.
Te queremos. Papa, mama y Susan.”
Comí en la mesita de la cocina, sin prisa. Cuando estaba lavando los platos sucios el timbre sonó, estaba segura de que no eran mis papas, por que ellos no hubieran timbrado. Aun tenía la ropa de ayer; a excepción de los jeans el cual había cambiado a mitad de la noche por una sudadera; así que no me preocupe en mis fachas.
-Buenos días-me saludo Jhon en la entrada de mi casa. En un principio me alegre de que estuviera allí, y como no levaba su bicicleta me di cuenta de que no era para repartir el periódico, pero luego me percate de que si mis papas llegaban y lo veían me ganaría unos cuantos meses mas de castigo.
-¿Qué haces aquí?-le pregunte sin siquiera contestarle el saludo.
-Pues…-se quedo callado un momento al ver la hostilidad con la que le hable, pero luego continuo-. Vine a visitarte y a hablar contigo, ya que ayer me colgaste.
-¡Uy! Lamento eso, no fue mi intención. Es solo que no quería otro regaño mas.
-Ok. Emm… ¿Puedo pasar?-me pregunto dando un paso mas hacia mi. (O tal vez era solo un paso hacia la puerta)
-Jhon, estoy castigada, no puedo tener visitas.
-No tardare mucho. Por favor-suplico, estuve a punto de decirle que no, pero no me resistí así que lo deje pasar.
-Pasa, pero solo puedes quedarte diez minutos.
Cuando Jhon estuvo dentro de la casa no sabia ni que decirle, estaba muy nerviosa. Nunca me había visitado un chico, pero aunque no era experta, suponía que cualquier padre se opondría a que su hija estuviera sola en su casa con un muchacho.
Lo lleve a la sala, y yo me senté del lado del sofa que tenia vista a la calle, para así estar alerta por si llegaban mis padres.
-¿Entonces…?-le pregunte al ver que el solo me miraba y no decia nada.
-Oh, lo siento. Es que…-se interrumpió a mitad de la frase-. No nada, olvídalo.
-Dime.
-No, no es nada-me dijo evadiéndome.
-Jhon, por favor dime.
-Bueno es que…me había quedado mirando tus ojos, son…verdes y muy bonitos. Nunca me había fijado en ellos-respondió el poniéndose un poco colorado. En mis 16 años de vida; aparte de mi familia, Natalia y Lucia, nunca nadie me había halagado por mis ojos. A mucha gente le parecían lindos, pero a mi no me gustaban los ojos de colores claros, realmente prefería los cafés o los negros.
-Gracias-fue lo único que le dije.
-De nada. Bueno y… ¿ Tú crees que después de todo el lío con mi ex, podremos volver a ser amigos? Contéstame con sinceridad por favor.
-Claro que si Jhon, eso es borrón y cuenta nueva, dejemos atrás todo ese problemita, ¿si? No quiero ni recordarlo.
-Gracias. En serio, gracias-Jhon me tomo de la mano. Cuando sentí su piel sobre la mía, una corriente eléctrica me recorrió todo el cuerpo. Instintivamente moví un poco las manos, pero su contacto era tan agradable que me detuve y puse mi mano en su posición (sobre las de el)-. Cuando me entere de la verdad sobre Sara, me preocupo mucho el hecho de que tú me habías advertido y yo no te creí. Me sentí muy mal, y lo más importante para mi era recuperar tu amistad. ¡Gabi eres una gran y única amiga!-cuando decía la ultima frase me abrazo. Yo le devolví el abrazo.
Durante nuestro abrazo escuche el sonido de un carro cerca, muy cerca. Me separe de Jhon empujándolo un poco para poder echarme para atrás y mirar por la ventada.
-¿Qué paso?-me pregunto Jhon algo sorprendido.
-Espera.
Me apoye sobre una pierna para ver mejor por la ventana.
-¡Corre a la cocina, te tienes que ir! ¡Apúrate!
Mis papas habían llegado.
Jhon se quedo quieto, con los ojos abiertos como platos y una expresión de confusión en el rostro. Al ver que no se movia, y al ver que mis papas y Susan ya estaban bajando las bolsas de la cajuela del carro lo jale del brazo y así lo lleve hasta la cocina corriendo.
-¡Se supone que estoy castigada y no puedo tener visitas! Así que querido Jhon te tocara salir por la ventana-le dije abriendo la ventana de la cocina que estaba sobre el lavaplatos.
-¿Qué? ¡¿Cómo se supone que voy a salir por ahí?! ¡soy muy grande!
-¡No te pongas tecnico ahora! si cabes, solo trata de no respirar, yo te empujo. ¡Subete!
-Ok-Jhon se subio sobre el meson de la cocina y metio las piernas por la ventana. ¡Que genio! Se metio al reves-Sostenme, por favor.
El me tomo de las muñecas mientras iba saliendo por la ventana. El suelo estaba a unos tres metros, así que el golpe seria grande si caia en mala posición.
Cuando casi todo su cuerpo estubo fuera de la ventana me solto las muñecas y se lanzo. Al momento de soltarse senti un tiron en la mano. Mi pulcerita se había caido, y como no vi las cuencas caidas supuse que simplemente había rodado desde mi muñeca, por mis dedos hasta salirse. Esperaba que Jhon la hubiera agarrado, en serio me gustaba mi manilla.
Escuche el ruido de pasos y de bolsas plasticas moviendose, así que tome un vaso de el armario de la bajilla y me dirigi al lado de la nevera.
-Hola Gabi-me saludo Susan entrando por la cocina con dos bolsas mas o menos pequeñas en las manos. Yo ya habi abierto la nevera y tenia una jarra de agua en la mano, simulando que estaba en la cocina por pura sed. Aunque si estaba sedienta, todo lo de la salida de emergencia de Jhon me había dejado algo cansada.
-Hija, estas sudando-dijo mama quitandome un mechon pegajoso de cabello de la frente con la mano desocupada.
-Es que…estaba haciendo ejercicio. Si ¡ejercicio!-¡Perfecto Gabriela, que excusa tan idiota! ¿acaso decir que tenias calor no era suficiente?
-Me extraña, pero supongo que esta bien.
-Voy a mi cuerto. Me quiero bañar-dije apresuradamente y sali de la cocina de la misma manera, casi corriendo.
Había pasado un gran susto, pero al menos había sido divertido y…¿romantico? Si, romantico. Eso de que el chico de tus sueños te visite y luego los padres lleguen y el se escapa por la ventana.
-Romantico-suspire mientras subia las escaleras sumida en mis pensamientos, ¿o sentimientos?
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//LO SIENTO LO SIENTO LO SIENTOO!!! ME DEMORE MUCHISIIIMO EN PUBLICAR!
ES QUE DE VERDAD NO HE TENIDO TIEMPO. ADEMAS ANDABA MEDIO BLOQUEADA Y NO SABIA QUE ESCRIBIR!!!
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